Hace tiempo nómadas primitivos llegaron a un lugar donde el agua no faltaba, el paisaje verde era sinónimo de riqueza y la existencia de un cerro cercano permitía otear desde la altura el horizonte, preservando la seguridad de aquéllos que serían los primeros moradores de aquel vergel, idílico lugar donde vivir.

Mucho tiempo ha transcurrido ya de eso y muchas han sido las modificaciones de aquel asentamiento primigenio que con el paso de los siglos dio en llamarse Magaz de Pisuerga.

El nombre

El nombre de Magaz puede tener dos posibles significados. Uno es el de MAGA en honor a alguna hechicera que quizá vivió en lo alto del cerro haciendo que el significado del nombre de Magaz sea el del «Poblado de la Hechicera» y otro que proviene de la raíz MAGG que significa grande, significando Magaz «Pueblo Grande».

Magaz de Pisuerga

Los vestigios que el paso del tiempo ha brindado a aquellos curiosos que desempolvaron la historia de este pueblo, hablan de gentes pacíficas y otras belicosas que dejaron una huella imborrable en Magaz. Así pasaron por aquí celtas, visigodos, romanos, musulmanes…, todos ellos buscando las ventajas de un cerro, claro baluarte en tiempos de guerra y de un emplazamiento que era punto de encuentro de caminos y parada indiscutible en el viaje a importantes villas castellanas. Tanto es así que el levantamiento de un castillo en el mencionado cerro, puso de manifiesto la importancia estratégica de Magaz.

Magaz llegó a ser un lugar próspero donde confluían y convivían gentes de toda condición y, como no podía ser de otra manera, haciendo honor a esa prosperidad se levantó hacia el siglo XII el centro parroquial de estilo románico, prueba de la fe de los magaceños en San Mamés, santo al que fue advocado el centro, y a la Virgen llamada después Nuestra Señora de Villaverde. La llegada y ocupación de la villa por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia por hallarse ésta en el Camino Real entre Valladolid y Burgos, provocó la desaparición de numerosos documentos y obras de valor.

Moderno y en  crecimiento

Las cuevas del cerro se han transformado dando paso a un moderno barrio en pleno crecimiento. Sin embargo las gentes de Magaz y quizá con motivo de su situación, antaño y actualmente, siguen poseyendo un carácter abierto, franco y hospitalario que sólo puede ser posible en aquellos lugares que han sido y siguen siendo parada para el procuro de descanso y ánimo de avituallamiento.

Los años siguientes contemplaron cambios urbanísticos en el municipio, para hoy poder decir que Magaz de Pisuerga es un municipio agradable para vivir y que merece la pena visitar y disfrutar.

Magaz de Pisuerga